Si hay un tema de
alta relevancia política en esta campaña electoral ese es el futuro de las
pensiones, que junto a la desigualdad y el empleo asociado al crecimiento
económico constituyen las piedras angulares de los desafíos políticos de
nuestro país. En la actualidad no sólo está amenazada la capacidad adquisitiva
de los 9,5 millones de pensionistas, sino también la suficiencia de las
pensiones de los muchos pensionistas que se incorporaran al Sistema como
consecuencia del “baby-boom” de los 70 en los próximos años.
Se ha pasado, con
el mismo número de cotizantes en el 2011 que en 2015, de un déficit anual de
500 millones de euros a 16.707, un 15 por ciento del gasto total. En estos
últimos cuatro años y medio no se ha hecho nada para garantizar la sostenibilidad
del sistema. El PP quiere hacer ver a los ciudadanos que el sistema es inviable
y quiere llevarlo a la privatización, fomentando los fondos privados de
pensiones. Son muchos los intereses en juego del gran capital.
Los socialistas nos
comprometemos con el futuro del Sistema Público de Pensiones: recuperando el
Pacto de Toledo, aprobando un Nuevo Estatuto de los Trabajadores que promueva
derechos laborales y empleo de calidad y estableciendo un sistema
complementario de financiación a cargo de impuestos, como la mayoría de los
países de nuestro entorno. Se trataría de introducir una Contribución de
Solidaridad (inspirada en el modelo francés), para sufragar el déficit del
sistema público de pensiones. Consistiría
en un recargo
temporal y específico,
vinculado a la
riqueza general del país;
recaería en las rentas más altas y en las grandes fortunas y patrimonios.
Sólo de esta forma,
garantizando los ingresos, será posible se podrá garantizar pensiones dignas
para todos. El PP en su programa electoral referido a pensiones afirma: “Para
consolidar el fortalecimiento del sistema de pensiones. Favorecer el ahorro de
las familias en previsión de sus necesidades llegado el momento de la
jubilación”. Creo que está todo dicho. El que pueda que ahorre y se haga un
plan de pensiones privado, y el que no que se conforme con una pensión
asistencial que tendrá carácter testimonial. Hay que tener en cuenta que sólo
en las previsiones que ha enviado el Gobierno a Bruselas de aquí a 2013 prevé
una pérdida de poder adquisitivo de un 13 por ciento.
Y qué proponen las
otras fuerzas políticas. Nada, simplemente nada. Podemos a expresar su deseo de
mantener la jubilación a los 65 años e indexar con IPC. Y aumentar las no
contributivas. Un buen deseo que me imagino que en la retórica irá acompañada
de reproches al PSOE y al PP, pero no propone nada no sea que se ponga en duda
el asalto a los cielos y se pierdan votos. C’s se limita a expresar buenas
intenciones, sin más.
El Pacto de Toledo
ha de ser la vía para recuperar la sostenibilidad y suficiencia del Sistema
Público de Pensiones. El PSOE ha hecho su propuesta y apuesta por pensiones
dignas para todos; el PP, también por la vía de los hechos. C’s y Podemos por
respeto a los ciudadanos debieran expresar su posición antes del próximo día 26J.
Es una cuestión de compromiso y respeto a los ciudadanos.
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