La crisis económica
y las políticas restrictivas de derechos sociales, junto a los recortes en
materia de sanidad, educación y servicios sociales, han disparado los
indicadores de desigualdad en nuestro país. Hoy casi el 30 por cierto de la
población española vive en situación de pobreza extrema o exclusión social.
Pero somos el tercer país con más desigualdad en la zona euro –según el
coeficiente Gini-, y siguen aumentando los trabajadores pobres como
consecuencia de la fuerte caída de los salarios. Los parados sufren más que
nadie las consecuencias, y hoy la mitad de los parados españoles son pobres.
El objetivo
prioritario, para nosotros los socialistas, es dar respuesta al problema de los
más de 700.000 hogares que carecen de renta y garantizar un mínimo vital que
permita llevar una vida digna a las familias que, incluso teniendo ingresos, se
enfrentan a dificultades para pagar la luz, el gas o el agua. Caritas cifraba
esta semana en 2.000 millones de euros la cobertura de las necesidades básicas.
El PSOE en su programa electoral ha diseñado un Plan de Emergencia Social que
valora en 7.000 millones de euros, una sensibilidad de la que ha carecido el
Gobierno conservador en estos últimos cuatro años y medio.
Combatir la desigualdad
y buscar una mayor cohesión social y territorial entre los españoles requiere
apostar decididamente por la sanidad y la educación pública. El PP ha
aprovechado la crisis para imponer su modelo neoliberal de ‘sálvese quien pueda’
y revertir las políticas socialdemócratas. Nosotros, los socialistas, apostamos
por un amplio acuerdo social y político en materia educativa que nos permita
consensuar una Ley de Educación para largos años; apostamos por la
universalidad del sistema sanitario y la mejora de su calidad. Y garantizar un
sistema público de pensiones que garantice unas pensiones dignas en el futuro y
se fundamente en el principio de solidaridad, de forma que los menos
favorecidos puedan tener acceso a ellas. En definitiva, necesitamos reforzar el
Estado del Bienestar con políticas de redistribución de la riqueza que eviten
la desigualdad.
Llama la atención,
una vez más, el posicionamiento de algún partido ya no se sabe de qué ideología
por su posición de continua mutación, qué hace bandera de las políticas
asociadas al Estado del Bienestar que impulsamos, implantamos y consolidamos
los socialistas. Para su defensa proponen las mismas políticas que el PSOE pero
con “dos huevos duros más”. Es decir, plantean un crecimiento del gasto
desorbitante. Han llegado a plantear un crecimiento hasta de 96.000 millones de
euros en una legislatura, con una subida de impuestos de 70.000 millones.
Este planteamiento
es irreal. Por suerte los españoles, nos encontramos en la zona euro. Una
propuesta de esta naturaleza nos sacaría de inmediato del euro, y las
consecuencias serán nefastas. Nos encontraríamos con un ‘corralito’, los
pensionistas y jubilados no cobrarían al cerrarnos el grifo nuestros
acreedores. Y el país seguiría la misma suerte que Grecia ante el planteamiento
populista de Syriza. Después rectificaron. ¡Qué remedio!
Hoy, más que nunca,
conviene recordar que corregir la desigualdad respetando la economía de mercado
desde una óptica socialdemócrata conlleva respetar su regla de oro: equilibrio
presupuestario entre ingresos y gastos en el medio plazo. De lo contrario el
fracaso está asegurado. Salvo que se esté en la órbita de planificación
centralizada de la economía y se apueste por un sistema económico controlado y
sin mercado. Pero eso se llama “comunismo”. Y los resultados en los países en
los que se ha experimentado, los conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario