domingo, 2 de abril de 2017

Un frente institucional para impulsar la economía y crear empleo en Segovia



El pasado fin de semana el PSOE de Segovia celebró una jornada bajo el título ‘Los Ayuntamientos socialistas comprometidos con el empleo y la dinamización económica de Segovia’. Se desarrolló en torno a tres mesas redondas, dos con la participación de diversos alcaldes de la provincia; y una tercera con los dos sindicatos mayoritarios, la Federación Empresarial segoviana y el PSOE. En ellas se debatió sobre el papel de los ayuntamientos en la dinamización económica de la provincia, la mejora de los servicios ciudadanos y las políticas para atraer inversión y empleo a Segovia.

Las mesas de alcaldes reflejaron muy bien las características y problemáticas de los diferentes municipios y zonas de la provincia. Segovia tiene tres bloques muy diferenciados de ayuntamientos: la capital, los municipios de más de mil habitantes y el resto. Los 55 alcaldes y más de 300 concejales socialistas que extienden su gestión sobre más del 60 por ciento de la población de la provincia se dejan día a día la piel por sus vecinos. Son servidores públicos que compatibilizan mayoritariamente su trabajo profesional con el servicio en el ayuntamiento. Bien desde el Gobierno; bien desde la oposición. Se dejan el alma y tienen una clara vocación de servicio público, como otros muchos ediles de otras fuerzas políticas.

En las experiencias narradas en las distintas mesas quedó clara su proactividad. Los alcaldes van un paso por delante de sus vecinos. Por lo general, piensan en grande. Les preocupa no sólo el día a día y la garantía de sus servicios municipales, sino también crear futuro para evitar el éxodo juvenil y garantizar el empleo digno y de calidad. Su trabajo es muy diferente en función de las características de su núcleo municipal. Hay quienes gestionan el presupuesto a la  vez que prestan servicios asistenciales a los vecinos o barren sus calles. Un trabajo en la mayoría de los casos desinteresados que ennoblece la actividad pública y a las personas. Una experiencia muy deseable para todos aquéllos que no la hayan vivido y que ayuda a comprender mejor la dimensión, el respeto y la importancia de lo que es de todos. 

Segovia es sin duda una excelente tierra de oportunidades. No sólo por su riqueza medioambiental y patrimonial sino por su proximidad a dos grandes mercados como son el de Valladolid y Madrid, con más de siete millones y medio de habitantes, lo que sitúa a la provincia en una situación envidiable para las empresas que aquí se localicen. Sin embargo, pintan bastos. El éxodo juvenil, más de 1.000 jóvenes han abandonado la provincia en un año; la pérdida del 3 por ciento de la población desde el 2012; y el riesgo de exclusión del 26 por ciento de los ciudadanos hacen necesario poner en marcha un gran frente institucional entre ayuntamientos, organizaciones económicas y sociales, y la colaboración con entes institucionales, para que nuevas empresas se establezcan en Segovia y creen empleo de calidad. Segovia cuenta sólo con poco más de 6.000 empresas. Casi todas ella son muy pequeñas y tan sólo son capaces de exportar. Necesitamos un tejido más consistente y más especializado; y también más distribuido territorialmente. No nos podemos quedar de brazos cruzados, y en especial los alcaldes. 

El desarrollo del Plan Director de Industrialización de Castilla y León ha sido dotado para los próximos cuatro años con 830 millones de euros. Se trata de que el sector industrial alcance un peso en el PIB del 20 por ciento –ahora tiene el 17, y Segovia el 16-. Para ello se invertirá en mejorar el I+D+i, la internacionalización, mejora del entorno… Llega tarde pero llega. Sin embargo, no es suficiente. Sólo permitirá impulsar la industria dónde llega el mercado como la capital, el eje Segovia-San Rafael; el eje Segovia Cuéllar; o Segovia-San Ildefonso. En el resto del territorio no hay mercado. Y por tanto está condenado al ostracismo. 

Es urgente y necesario que la Junta establezca en las zonas deprimidas “nodos o polos de desarrollo”, al menos uno por comarca, en el que se dote al suelo industrial de las propiedades de infraestructuras, comunicaciones y servicios adicionales para que las empresas se puedan establecer y generar riqueza. Aun así, no es suficiente. Ningún empresario va a desarrollar en una zona deprimida por pura filantropía cuando los costes de localización serán muy superiores a una zona de alta expansión. Por eso es necesario que estas empresas reciban ventajas fiscales, exenciones, bonificaciones para que cumplan su papel social; lo mismo que los pobladores han de recibir un tratamiento fiscal asimétrico por su contribución al mantenimiento de zonas abandonadas y por los mayores costes necesarios para vivir en zonas que se carece de servicios. 

Segovia requiere un frente institucional proactivo para impulsar la inversión, crear empleo de calidad y generar futuro para nuestra tierra. Los ayuntamientos han de ponerse al frente. Los alcaldes y concejales socialistas van a presentar proyectos, trabajar codo con codo con los empresarios segovianos y sindicatos, y buscar el apoyo activo e implicación institucional de la Diputación, la Junta y el Estado. Segovia lo necesita.      



 

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