martes, 29 de diciembre de 2015

Ante el abismo



Nos encontramos en la primera fase del proceso de negociación para la investidura del presidente del Gobierno. Todos los partidos velan armas y algunos cuentan con una agenda oculta y una hoja de ruta que irán explicitando a medida que avance el proceso. E incluso se puede ir acomodando en función de las reacciones sociales. Hay que tener en cuenta que pueden transcurrir dos meses desde el primer pronunciamiento hasta que cristalice el proceso. La primera votación se celebrará previsiblemente en la tercera semana de enero con la propuesta del líder del PP.   

Todo indica que es posible ir a unas elecciones anticipadas, que en ningún caso contribuirán a clarificar el proceso, y que nos pueden situar ante el abismo. Los ciudadanos demandan una respuesta a sus problemas. El problema es cómo resolver la cuadratura del círculo. Difícil.

Pedro Sánchez afirmaba en el último Comité Federal del PSOE que “será un fracaso colectivo de la democracia si son necesarias nuevas elecciones generales por falta de entendimiento. Los españoles nos han pedido diálogo y acuerdo”, a la vez que recordaba que “era necesario anteponer los intereses de España en todo momento a los intereses de partido”.

La Resolución de la Comité Federal del PSOE pide que se explore cualquier solución desde la izquierda que mantenga la unidad de España. El PSOE votará en contra del PP y de Rajoy. Y ha definido su hoja de ruta en torno a ocho puntos que recogen el ideario del partido.

El PP está abogando por la “gran alianza”. Un Pacto con el PSOE y C’s. Un pacto al estilo alemán. La diferencia es que España no es Alemania y las heridas de gobierno del PP en la sociedad están muy presentes. La oferta del PP tiene como finalidad desgastar al PSOE ante la ciudadanía.

C’s se ha convertido en la muleta del PP. Las cartas venían marcadas desde el apoyo del IBEX-35. Su gran preocupación es la convocatoria de elecciones generales. Humo se vende una vez; no dos. Y pueden irrelevantes ante esa hipotética convocatoria.

Podemos hace puro teatro. Está cautivo de los independentistas catalanes. Su único objetivo es fumigar al PSOE. No son un partido de gobierno. La inconsistencia y la demagogia abundan. Tienen convicciones firmes para posiciones cambiantes. Su mejor reflejo, la Grecia de Tsipras.

Este es el aviso ante el que se encuentran los partidos representativos, pero en definitiva los ciudadanos. Cualquier solución ha de pasar por anteponer la estabilidad del país y los ciudadanos a la de los partidos y sus dirigentes. Algunos han empezado mal, muy mal. La negociación exige no descomponer la compostura nunca, y sobre todo secuenciar bien las actuaciones para converger en lo fundamental. ¡Suerte para España!     









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